Thursday 2 December 2010

San Cristobal de las Casas (Chiapas)

Ya acumulo un retraso de ni sé cuanto... Es lo que tiene pasar unos días en la selva, que las comunicaciones no son muy buenas. Afortunadamente ahora estoy en Isla Mujeres, donde de vez en cuando se consigue una conexión decente a Internet; claro que de vez en cuando no, así que por lo menos a ver si puedo publicar la historieta de San Cristobal de las Casas

El viaje
Para ir a San Cristobal de las Casas agarré un autobús nocturno desde Pochutla. El autobús salía a las ocho de la tarde, y como la última camioneta entre Mazunte y Pochutla era a las seis, pues tuve que pasar un rato en Pochutla. Como ya comenté, este pueblo no tiene nada, así que me puedo dar por satisfecho de que me cuadrase una actuación de una banda de cornetas y tamboriles. El motivo era que en frente del ayuntamiento (un edificio bastante chido) se iba a celebrar el segundo concurso de Miss Pochutla o algo así. Desgraciadamente para cuando empezó yo ya me tenía que ir. 

El autobús llegó sin contratiempos a San Cristobal de las Casas, a eso de las siete de la mañana del sábado 20 de Noviembre, pero de camino al albergue me encontré con una pelea de borrachos a la salida de un bar. Uno terminó con bastante sangre en la cara, pero tampoco me quedé mucho tiempo para ver si era grave, que tenía que buscar mi albergue.

La ciudad
El cañón del sumidero
Entre que buscaba el albergue, dejaba las cosas y demás cosas en las que uno pierde el tiempo cuando llega a una ciudad que no conoce se me hizo las nueve y media. No era muy tarde, pero si lo suficiente como para haber perdido todas las excursiones que salían ese día y San Cristobal, aunque un pueblo muy bonito, no da como para pasear un día entero más las tardes de otros dos. Así que decidí ir al Cañón del Sumidero por mi cuenta. 

Tuve que agarrar una furgoneta que iba a Tuxtla Gutierrez, la capital de Chiapas, y bajarme a la altura de Chiapa de Corzo. En este viaje se desciende desde los dos mil metros en los que está San Cristobal de las Casas (algo frío, con nubes y llovizna) a una altitud de unos cuatrocientos metros, volviendo a los pantalones cortos y la crema solar. En la furgoneta es recomendable ponerse en la ventanilla para disfrutar de las vistas a un valle que queda al sur. En Chiapas de Corzo la furgoneta te deja en mitad de ninguna parte, tras pasar el peaje de la carretera de cuota (porque sea de peaje no quiere decir que sea una autopista) y desde ahí unos diez minutos andando por el inexistente arcén de la carretera hasta el embarcadero de Cahuaré. Al final me salió todo un poco más caro que con una excursión organizada, y encima me quedé sin visitar Chiapa de Corzo, pero por lo menos no perdí un día.

El paseo en lancha dura como unas dos horas entre ida y vuelta. Por el camino el patrón del barco te va dando alguna que otra explicación, y si ve alguna cosa curiosa hace alguna parada para que podamos sacar fotos tranquilamente. A nosotros nos tocó ver cocodrilos, una iguana y monos. Mira, como en la excursión a Ventanilla. 


Algo que se ve siempre es el árbol de navidad, una cascada que recibe su nombre por la forma que han adquirido las rocas y el musgo; bajaba con poca agua, porque ya se habían terminado las épocas de lluvia, pero con las gotitas que salpicaban se podía ver el arco-iris. 

De todas formas, aunque el cañón es espectacular, tenía bastante basura. Había botellas de plástico y otro tipo de deshechos flotando por todas partes. El patrón decía que era culpa de las lluvias. Así que ya sabéis, si vais a Chiapas en época de lluvia  no llevéis paraguas, llevad un casco, no sea que os caiga una botella en la cabeza.

San Juan de Chamula y Zinacantán
El domingo contraté una excursión para ir a ver estos dos pueblos, aparte de porque seguramente me saldría más barato, porque estos dos pueblos no merece la pena verlos si no es con un guía que te explique las costumbres. Si llegas a San Juan Chamula por tu cuenta lo único que verás es un mercado en el centro del pueblo y una iglesia, que por fuera parece normal, pero por dentro parece satánica. Sin embargo con una buena explicación la cosa cambia. Desgraciadamente el guía que me tocó no era muy bueno, así que me quedé con una explicación regular.

San Juan Chamula es un pueblo maya donde la gente habla tzotzil, aunque también entienden castellano. Este pueblo mantiene muchas de las costumbres mayas, como por ejemplo que visten con unos chaquetones y unas faldas de lana negra hechas a mano con las que se protegen del fŕío. Además no les gusta que les saquen fotos. Existe la creencia generalizada de que los lugareños piensan que si les sacas una foto les robas el alma. Según el guía esto no es cierto. Lo que les molesta es que les saquen fotos sin pedir permiso, porque les parece una falta de educación. Además no se trata de un pueblo turístico; simplemente permiten que los turistas vayan, pero mientras respeten su privacidad.  Así que no saquéis fotos salvo que el guía os diga explícitamente que es posible, porque aparte de enojar a los lugareños podéis terminar en la cárcel, ya que está prohibido por las leyes locales.

Dejando de lado lo de las fotos, lo más curioso del pueblo es la iglesia y la religión de esta gente. Los mayas tenían su propia religión, pero con la evangelización de los misioneros se tuvieron que convertir al cristianismo. A los misioneros no les importaba tanto que realmente creyesen lo que enseñaban, sino que dijesen que creían. Los mayas aprovecharon eso para seguir con sus costumbres y contentar a los misioneros. Así por ejemplo, la deidad máxima para ellos era el sol, y la fiesta que le dedicaban era durante el solsticio de verano, coincidiendo con la festividad de San Juan Bautista (las hogueras de San Juan). Así que los mayas lo único que hicieron fue rebautizar a su dios del sol como San Juan Bautista, y por eso en el altar de la iglesia hay una estatua a este santo, en lugar de a Cristo. Cada uno de los santos que hay en la iglesia tiene su contrapartida en la religión maya.

La iglesia no está reconocida por el vaticano, y desde mediados del siglo XIX no tiene cura ni se realizan eucaristías. Sin embargo hay mucha gente rezando. Esta gente para rezar ofrece dos cosas: luz que representa al dios del sol y líquido, que representa al dios de la lluvia. La luz se representa con velas, y el color de las velas tiene algún significado relacionado con lo que piden, pero una vela negra no quiere decir que estén rezando a Satán o que estén pidiendo un mal de ojo para nadie. El líquido que ofrecen lo representan mediante una bebida, y esta bebida, tras la oración está bendecida. Se supone que si beben esta bebida se sana el espíritu y se curan los males. Eso quiere decir que Pepsi o Coca cola no son sagrados para ellos, sino que les gusta el sabor de la cola. Para los mayas las gallinas y los huevos tenían un significado especial en la religión, así que es posible que veáis a gente con una gallina, e incluso que la sacrifiquen, pero lo mismo, no es un rito al diablo, sino que en su forma de rezar tienen que ofrecer algo para recibir algo a cambio.

Por último es posible ver a sanadores. Los sanadores no curan las enfermedades rezando al viento ni espantando a espíritus; son más bien el equivalente a los psicólogos que conocemos nosotros; ayudan a la gente con su estado de ánimo. En cuanto a medicina, los mayas tenían un gran conocimiento sobre hierbas medicinales que siguen utilizando. Son una gente muy práctica, así que si tienen dolor de cabeza buscan el remedio que tengan más a mano; si tienen una aspirina a mano se toman la aspirina, pero si es más fácil conseguir cierta planta que hace lo mismo pues se quedan con la planta. No son unos fanáticos de la homeopatía ni nada parecido, lo que quieren es quitarse el dolor de cabeza, independiéntemente de como lo consigan.

Después de visitar San Juan Chamula, la visita a Zinacantán parece un poco sosa. Lo típico aquí es visitar alguna familia para ver su estilo de vida, y a nosotros nos toco una comunidad de mujeres que hacen artesanías. Tras probar un chupito de algún tipo de licor casero y comer un par de tacos, se pasa a la parte en la que te venden las telas que tejen. Mientras el resto de la gente observaba la mercancía y hacían alguna compra, yo estaba en el centro de la sala, sin mostrar mucho entusiasmo por nada. Casualmente a mi lado había unas muñequitas, y cada cierto tiempo aparecía una niña preguntándome si quería una. Cuando se cansaba de ofrecérmela se ponía a jugar, hasta que se le volvía a activar la directiva que ordena vender muñequitas a turistas. 

El pueblo
En las dos excursiones estaba de vuelta en el pueblo para el mediodía, así que pude aprovechar las dos tardes para dar una vuelta por el pueblo. San Cristóbal de las Casas es un pueblecito muy turístico, con mucho mochilero, restaurantes, hoteles, albergues y restaurantes. También tiene un mercado al lado de la iglesia de Santo Domingo. Callejeando por el centro se puede disfrutar de sus casitas, que engañan bastante, porque por dentro tienen unos patios impresionantes. Merece la pena subir al cerro de Guadalupe y al de San Cristobal, desde donde se ve el centro de la ciudad. 

En el pueblo hay unos cuantos museos. En el museo del ámbar te enseñan a diferenciar entre el ámbar falso que te venden por la calle a diez pesos el collar y el auténtico que venden en las joyerías a setecientos pesos una piedrecita. Por lo demás merece más la pena ver los productos de la tienda que los expuestos en el museo. En la entrada también hay un microscopio con el que pueden verse los insectos que utilizaron para obtener el ADN con el que clonar dinosaurios.

El museo del café me decepcionó bastante, y ni siquiera te invitan a una taza de café. Eso sí, el aroma a café que se huele al pasar por la puerta invita a tomarse una taza de café en la cafetería. El museo más interesante es el de la medicina maya. Lo primero que lo hace interesante es el paseo al museo; es necesario salirse del centro del pueblo y ya se empiezan a ver casas más cochambrosas, calles sin asfaltar y negocios menos turísticos, como carpinterías o talleres. El museo es pequeño, y comparte espacio con un "hospital" donde aplican su conocimiento y un jardín donde cultivan plantas medicinales. Los mayas tenían cuatro tipos de médicos. El sanador ya hemos dicho que era una especie de psicólogo, también había una matrona que ayudaba en el parto y en dolencias de la mujer, un médico especializado en huesos y el chamán, con conocimientos sobre las hierbas medicinales. 

La gente
Esta vez no he socializado mucho. En el albergue solo me relacioné con un okupa que se coló en mi cama mientras organizaba la maleta.

En esta zona, en cuanto te bajas de un autobús aparece una avalancha de niños con la intención de venderte algún tipo de artesanía. Cuando les dices que no te preguntan a ver si tal vez luego, y como se te ocurra decirles que tal vez, luego te encuentran y te vuelven a dar la paliza, esta vez con más insistencia. 

Por el camino al cerro de San Cristobal hay niños que en vez de vender pulseras te piden que les escribas tu nombre en un papel para el colegio. Yo ya me sabía el truco de que una vez que escribes el nombre te dicen que hay que contribuir con diez pesos. Es como cuando te dan la pulsera de regalo y luego te piden la voluntad. Por lo menos se podían currar un apoya-papeles o un cuaderno en condiciones, que tenían un papel todo doblado y sucio.

Sin embargo el guía de la excursión a San Juan Chamula decía que los niños estudiaban y muchos iban a la universidad, pero que luego volvían al pueblo, porque en lo que realmente son buenos son en comerciar. Como ejemplo se puso a él (el era mexicano, pero güero), que había estudiado filosofía, pero que llevaba catorce años trabajando de guía. Normal, porque sino podría estar catorce años para encontrar trabajo de filosofo. Eso sí, después de catorce años el tío hablaba tzotzil y se conocía a todo el pueblo. Si dedicase a su trabajo el mismo énfasis que pone en saludar a sus colegas, tal vez se convertiría en un guía medio decente.

Lo que he aprendido
Yo conocía la forma "normal" de parir. Ahora también está de moda parir en el agua, ya que dicen que es menos traumático para el niño. Sin embargo he descubierto que hay por lo menos otra forma, la de los mayas. En el museo de medicina maya se puede ver un vídeo en el que muestran como son los partos mayas. Además de la parafernalia religiosa, se puede contemplar como se hacían (y creo que en algunos sitios se sigue haciendo) los partos en esta zona. La madre se pone de rodillas en el suelo, agarrada al cuello del padre que está sentado en una banqueta frente a ella, mientras éste le agarra por la cintura. La matrona se sitúa detŕás de la madre, empujándole el vientre para ayudar a que salga el bebé. Tras el parto, se hace un agujero en la casa, donde se entierra la placenta; según en que posición se coloque, el próximo hijo será niño o niña.

El personaje más friki
Por la noche, entre las ocho y las once, se hacía una hoguera en el patio del albergue. Alrededor de la hoguera se reunían todos los huéspedes y se ponían a charlar mientras algunos bebían cerveza o vino. A una tipa le tiraron la botella de vino... Ya he contado alguna vez como a mí no me gusta mucho eso de quedarme en el albergue, así que me fui al centro del pueblo a cenar y tomar alguna cerveza.
Pero el segundo día, el domingo, sí me quedé en el albergue. Sin embargo, en vez de unirme con el resto de gente alrededor de la gente me quedé aparte, escribiendo mis aventurillas en Mazunte. Así que, complaciendo un comentario que había por ahí, esta vez el más friki fui yo, embutido en el ordenador y sin socializar. Por lo tanto esta vez no hay sección "la gente", porque se quedaría en blanco.

Lo bueno
El 20 de Noviembre se celebra en México el aniversario de la revolución. Este año además era el centenario (también ha sido el bicentenario de la independencia, pero eso ya pasó y me lo perdí). La revolución es la historia de Pancho Villa y Zapata, pero como fui a celebrarlo a un bar y no a un museo pues no os puedo contar mucho.
y que mejor sitio para celebrar el aniversario de la revolución que un bar llamado precisamente "Revolución". Los camareros iban todos disfrazados, ellas con el traje típico y los camareros con poncho y gorrito mexicano. También había uno que iba de sub-comandante Marcos, pero creo que éste se equivocó de revolución... Por cierto, en una camiseta en algún chiringuito vi que Marcos está formado por las iniciales de algunos pueblos de Chiapas (Las Margaritas, Amatenango del Valle, Comitán, Ocosingo, San Cristóbal). No me fío mucho de lo que leo en las camisetas y no he tenido tiempo de contrastarlo con la wikipedia o alguna fuente fiable, así que no os lo creáis del todo.
Mientras cenaba en "La Revolución" dos "mariachis" tocaban canciones típicas mexicanas. Eran tan típicas que me sonaban casi todas, y cuando terminaron los "mariachis" subieron al escenario un grupo algo más moderno, un tanto extraños, ya que tocaban con una caja, un violín, un bajo de seis cuerdas y una guitarra de ocho. Por lo menos el cantante no cantaba con el culo.

Lo malo
El lunes uno madruga para hacer la mochila, salir del albergue y agarrar el autobús que lo lleve a Palenque. Llego a la estación de autobuses con tiempo, un par de horas antes de que salga el autobús para no quedarme sin boleto, me dirijo a la ventanilla y amablemente le digo a la señorita que quiero ir a Palenque. La señorita hace el gesto de ir a imprimir el boleto, pero rectifica y me dice: "¡Ah! No. No podemos dispensar boletos a Palenque porque la carretera está bloqueada". Pues vaya. Como ya conozco estos bloqueos por el viaje a Mazunte, ya se que pueden durar dos horas o dos semanas, así que pregunto por alternativas. Casi todas se dirigen al oeste, de donde vengo, pero yo quiero ir hacia Yucatán, y la única opción que tengo es ir a Mérida en un autobús que sale a las seis de la tarde y que tarda unas once horas. Mira, tenía dudas de si ir o no a Mérida, pero ya no lo tengo que decidir...

3 comments:

  1. Ei tronco, qué recuerdos!!!!

    Estuve en el cañón (a mi me tocó limpito), en san cristobal, en chamula, zinacantán e incluso en el bar revolución!!!!!!

    A mi esa zona me moló mucho y traje unas cuantas pulseritas esas de "señor, solo le pido la voluntad". Menuda saca de pesos dejé por allí, xd.

    Una pena lo de Palenque. Me fliparon esas piedras....

    De mérida recuerdo tomar tequilas bajo un sol abrasador, y qué coño, tampoco es mal recuerdo!!!!!

    (a este paso vas a postear las últimas entradas desde vitoria, xdd)

    Un abrazo pollo!!!!

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  2. Pues siento desmentirte lo del origen del nombre del subcomandante Marcos, aunque el motivo real del nombre me parece más bonito. Cita de la Wiki:
    Según él mismo, «Marcos es el nombre de un compañero que murió, y nosotros siempre tomábamos los nombres de los que morían, en esta idea de que uno no muere sino que sigue en la lucha».1 No se trata pues de un acrónimo, como algunos han sugerido, de las comunidades en las que el EZLN primero se levantó (Las Margaritas, Altamirano, Rancho Nuevo, Comitán, Ocosingo, Oxchuc y San Cristóbal).

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  3. Nada, ahora mismo edito la wikipedia y pongo este enlace como referencia :P

    Palankillas, lo importante es que postee, no desde donde ;)... Según mis cálculos quedan todavía cinco o seis posts, dependiendo de si agrupo alguno o no.

    Ahora mismo estoy en Isla Mujeres, en frente de Cancún, así que en cuanto saque un rato libre mando otro, que lo tengo a puntito. Pero eso de hacer nada consume tanto tiempo...

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